MARÍA BELÉN CARVAJAL: “ENTREGAR A LOS DEPORTISTAS CONOCIMIENTO, PASIÓN Y ESFUERZO ES FUNDAMENTAL”

MARÍA BELÉN CARVAJAL: “ENTREGAR A LOS DEPORTISTAS CONOCIMIENTO, PASIÓN Y ESFUERZO ES FUNDAMENTAL”
Fue seleccionada nacional fútbol y se inclinó por el arbitraje. Hoy es historia viviente del auge del fútbol femenino, participando de dos mundiales y dirigiendo en Segunda División. Todo eso, combinado con su otra pasión: enseñar y ayudar a los jóvenes deportistas y estudiantes de la UC.
30-08-2019
Querida por sus estudiantes, reconocida por los docentes y respetada por sus pares en el arbitraje. A punta de sacrificio y disciplina, María Belén Carvajal se ha convertido en historia viviente del arbitraje femenino chileno. Y ha marcado dos hitos que durante este 2019 quedaron en la retina del mundo futbolero: fue la primera árbitra en dirigir un partido profesional de hombres y fue la primera árbitra chilena en participar en el máximo evento futbolístico femenino, repartiendo justicia en el Mundial de Francia 2019.

Su destacada trayectoria en el arbitraje la combina con una de sus pasiones: trabajar en la universidad. En la UC, realiza Cursos Deportivos de Formación General para los estudiantes de pregrado a través del futsal; ayudando a los deportistas que han sufrido lesiones, en su reintegro deportivo y entrenando a la Selección UC de Futsal Damas. En todas estas fascetas, Belén entrega disciplina, valores y trabajo en equipo.

¿Cómo fueron tus inicios en el fútbol?
Yo soy de San Felipe, vengo de una familia muy deportista. Mi papa practica rodeo y mi mamá, quien es Educadora de Párvulos, también fue muy deportista. En el colegio jugué todos los deportes tradicionales, como el balonmano, el vóleibol, el básquetbol. El fútbol siempre lo jugué desde niña, en el contexto familiar, en la conocida “pichanga”. Cuando salí del colegio, me fui a la universidad en Viña y ahí me metí a fútbol

Y cuando eras niña, ¿sentiste algún tipo de discriminación por jugar fútbol?

Si, pues antes era mal mirado. Ahora no, se toma como una profesión, como una proyección para tu niña. Antes no, si jugabas a la pelota eras la “maría 3 cocos”, “la ahombrada”, pero a mí me daba lo mismo, yo sólo quería jugar. Aparte que esos prejuicios cuando eres niña no los entiendes y no los tomas en cuenta. Ya más grande, en la universidad, tampoco lo sentí tan cerca, porque como siempre jugué, era normal. Nunca le di mayor importancia.

¿Y en qué momento pensaste en el fútbol de forma profesional?
Jugué por la universidad en Viña, también en un club y después me vine a Santiago a entrenar. Jugué en la selección chilena en el 2006 y fuimos al sudamericano en Mar del Plata. Luego de jugar ahí y de ver la competencia y las condiciones del fútbol femenino en Chile, decidí irme por el arbitraje.

Pero, ¿te gustaba el arbitraje?
Para mí, el arbitraje en un comienzo fue sólo por un tema económico. Era arbitrar el fin de semana en Viña, para tener unas ‘lucas’ para mí, sobre todo cuando no viajaba a mi casa en San Felipe. Pero cuando me vine a Santiago, vi la realidad del fútbol y supe que había capacitaciones para arbitrar. Me gustó, me di cuenta de que era rentable, que había proyección y me quedé. De hecho, con la mayoría de las seleccionadas chilenas que fueron al Mundial este año, fui árbitro cuando estaban partiendo en el fútbol. Y me tocó dirigirlas en su despedida. Algunas llegaron al Mundial por el arbitraje y otras por el fútbol, y nos encontramos en la misma meta.

Eres considerada como la árbitra más importante en la historia del país, ¿cómo ha sido el proceso de asimilar todo lo que has logrado?
Siempre con mesura. Soy súper aterrizada. Si estoy acá es porque he trabajado por ello, con dedicación y una convicción que me ha llevado a disfrutar estos momentos y a trabajar para que nuestra terna funcione (ella, junto a sus asistentes Leslie Vásquez y Loreto Toloza). Juntas trabajamos para ver nuestras fortalezas, debilidades, cómo enfrentarnos a posibles problemas en la cancha, a través de un trabajo multidisciplinario, con psicólogos, deportólogos, preparador físico, nuestro técnico e instructor.

¿Cómo ha sido la relación con tus pares, has sentido discriminación por ser mujer?
Al principio sí sentí discriminación, pero cuando vas demostrando que eres capaz, el género va pasando a segundo plano, ya no existe. Cuando demuestras que pasas las pruebas físicas sin problemas, que eres buena técnicamente y que dominas la teoría, lo demás es un adorno.

"Más que ganar quiero cambiar mentalidades de los deportistas"

El arbitraje lo combinas con otra de tus pasiones: enseñar. ¿Qué te entrega la universidad?
A mí la universidad me entrega muchas cosas. Me gusta lo que hago. Me gusta estar acá (abre sus brazos mostrando las canchas de Deportes). En la Selección de Futsal, más que ganar quiero cambiar la mentalidad de las seleccionadas y los deportistas con los que trabajo, de que con esfuerzo se logran las cosas. Hay varias actitudes en ellos(as) que se pueden potenciar, como el trabajo, la constancia, el no tirar la toalla: si tengo que entrenar tres veces al día, si tengo que organizarme mejor con los ramos, lo hago; si tomé cinco ramos, los tengo que pasar, o si tengo que venir a preparación física a las 7 de la mañana, lo hago. Eso es trabajo y un cambio de mentalidad.

¿Y cómo cambias esa mentalidad?
Por ejemplo, este semestre nuestra selección de Futsal entrenará a las 7 de la mañana los viernes para que en la tarde puedan tener libre para sus quehaceres académicos. Entonces, esa es la mentalidad. Para mí poder entregarles ese conocimiento, pasión y esfuerzo es fundamental. Para mí la disciplina es un valor importante que no sólo les va a servir acá, sino también en el mundo laboral. Eso para mí es súper importante.
Y por toda tu experiencia, ¿qué piensas del avance que ha tenido el fútbol femenino en Chile?
Son 10 años. Hay una mejora increíble. Las instituciones se hicieron responsables de este deporte, de lo que exigía la sociedad y así vamos para arriba. Que la Selección Nacional haya clasificado (al Mundial) es un paso gigantesco.

Grandes logros 2019 en el mundo del arbitraje

Cuándo te dijeron que podrías dirigir un partido profesional de varones, ¿cómo lo tomaste?

Para mí fue como un partido normal. Después de todo el trabajo que he hecho, tenía que venir un paso más allá. Luego de dirigir en el fútbol femenino tanto tiempo, debía venir una exigencia mayor desde mi técnico, y eso fue dirigir en segunda división masculina. (En el partido mismo), al principio estaba un poco nerviosa, pero me sentí súper bien, cómoda. Los jugadores se portaron bien, hubo mucho respeto, por lo que se estaba viviendo, una muestra más de que la mujer se está insertando como debe ser en la sociedad. Además, estaban todas las cámaras ahí, jajajaj.

¿Cómo fue la experiencia en el Mundial?
Era uno de mis objetivos. Yo quedé fuera del Mundial de Canadá y luego dela Copa América porque me lesioné. Entonces, dije “quizás estoy fuera del mundial (Sub 17 de Uruguay)”. Pero pude llegar, me fue súper bien y fui seleccionada para Francia. Puse el 200% de mi parte en todo lo que quedaba y así clasifiqué. Di todo de mí.

¿Cuáles son las proyecciones?
Yo nunca entré al referato pensando en arbitrar partidos de hombres. En estos 13 años que llevo, mi prioridad siempre ha sido arbitrar en mujeres, que es donde soy más útil y puedo darle muchas más herramientas a ellas, para que se sientan más capaces, desde la convicción. Ahora mi proyección es continuar en mujeres y también desenvolverme de la mejor forma en segunda división masculina.