Por Álvaro Acevedo y Eduardo Mujica

Vivir unos Juegos Olímpicos es una experiencia inigualable. Más aún sin es la primera vez que se disputan. Aunque estos hayan sido especiales -se retrasaron un año- debido a la pandemia, la sensación de estar en la máxima cita deportiva es algo único. Eso muy bien lo saben Mary Dee Vargas, Antonia Canales y Clemente Seguel, deportistas UC que representaron al país y la universidad en Tokio, y que pudieron sentir la experiencia olímpica que solo algunos(as) tienen la chance de vivir.

Por ello, para la judoca Mary Dee Vargas haber estado en Japón fue algo que jamás se le olvidará en su retina. Incluso, la estudiante de arquitectura habla de que el mismo proceso de llegar a Tokio fue enriquecedor. “Es una experiencia inolvidable, no solo estar ahí, sino que el proceso para llegar a unos Juegos Olímpicos. Para mí es súper importante porque, como muchas cosas en mi carrera, marca el inicio de mi carrera olímpica y eso es bastante importante para afianzar la confianza, saber que tenemos buen nivel, y que vienen cosas mucho mayores y mejores. Esa es la mayor significación que tiene haber estado ahí”, espetó la deportista, quien fue la primera mujer chilena en subir a un tatami olímpico, algo que, dice, la enorgullece mucho.


Tras ganar su primer duelo ante la alemana Katharina Menz, Mary Dee se enfrentó a la representante de Mongolia Mönkhbatyn Urantsetseg, quien, con una compleja maniobra, logró derrotar a la deportista UC. A pesar de caer en 8vos de final y haber querido avanzar más, la judoca hizo historia. “Fue muy importante para mí entender que tengo el nivel. Constantemente nos hemos preparado para eso”, cerró sobre su participación.

Clemente Seguel, en tanto, fue otro de los que vivió en Tokio su sueño. El velerista tuvo seis arduos días de competencia arriba de su regata y finalizó vigésimo segundo en su primera cita olímpica. Nada mal para el joven estudiante de Ingeniería Comercial, quien obtuvo el mejor resultado en este deporte en Chile tras 17 años. Por ello, se mostró encantado por su experiencia en Japón. “Fue épica. No sé si tiene otro adjetivo. La verdad es que fue así en todo sentido. Fue algo que me marcó y que estará en mí hasta el día que me muera. Quedé alucinado de lo que fue esta experiencia olímpica”, contó feliz al otro lado de la línea, quien dijo que la temperatura y la humedad fueron elementos complejos de abordar en la capital nipona.

Para Antonia Canales, la experiencia Tokio fue algo que no pensó vivir. La arquera de la selección de fútbol femenino UC fue convocada por José Letelier para completar el trío de porteras de la selección y, si bien no vio minutos en cancha, la experiencia le sirvió para agarrar confianza con un grupo de mujeres que le ha dado muchas alegrías a Chile.

“Fue una experiencia única. Algo muy bacán y lindo representar al país en algo tan importante como lo son unos Juegos Olímpicos. No se compara con nada de lo que haya vivido antes”, explicó emocionada la seleccionada UC, quien también defiende los colores del club deportivo UC.

La UC acompaña el proceso

Sin lugar a dudas el papel de la UC ha sido clave para lograr que los(as) deportistas de alto rendimiento pudieran complementar sus estudios con las respectivas disciplinas en las que se desarrollan. Por ello, agradecen todas las instancias que la que la institución les ha brindado para poder desarrollar y potenciar al máximo sus habilidades.

En ese sentido, Clemente Seguel agradeció enormemente el apoyo que la UC le ha brindado en el proceso de complementar sus estudios con el deporte. Además, valoró mucho poder llevar consigo el estandarte de la institución, y que fue entregada por Deportes UC antes de que tomaran el avión a Japón. “Fue espectacular. Te da una tranquilidad gigante porque sabes que tienes el apoyo de la universidad. Y cualquier cosa que pase están dispuestos a ayudar. Es un orgullo y totalmente agradecido por la UC por cómo me están ayudando, porque no es algo fácil de llevar cuando estás en el alto rendimiento. Que la Católica me esté ayudando es muy bueno”, explicó agradecido el joven deportista, quien ya tiene en la mira el próximo mundial de la disciplina y los panamericanos de Colombia.



Mary Dee Vargas también se mostró feliz por el apoyo y orgullosa de poder realizar esta doble representación, más aún cuando el mundo y Chile han atravesado la complejidad de la pandemia. “Me sentí orgullosa de representar a mi gente y de poder entregar, a través de lo que se hizo en la transmisión de TV, una alegría, un buen momento a toda la gente que lo está pasando mal acá. Estábamos muy encerrados, llevábamos cierto tiempo con el tema de la cuarentena. Por eso estos Juegos Olímpicos tuvieron esa connotación tan especial”, contó la judoca, que ya pone sus ojos en París 2024.

Finalmente, para Antonia Canales, quien es novata de Pedagogía en Educación Física y Salud, sentir el apoyo de la UC fue clave para viajar a la capital nipona de forma tranquila. En ese sentido, valoró el gesto de entrega de la bandera y que la institución siempre haya estado dispuesta a facilitarle complementar el deporte con los estudios. “Estoy muy agradecida del apoyo de la universidad, en ayudarme con los exámenes pendientes y las entregas. También con los entrenamientos. Han estado siempre dispuestos a todo”, concluyó.