NOVATAS DEL NUEVO MUNDO: ANTONIA HUCKE, DE MEDICINA UC

NOVATAS DEL NUEVO MUNDO: ANTONIA HUCKE, DE MEDICINA UC
Ingresó este año a Medicina UC, a través del cupo explora Unesco, pero Antonia Hucke, activista científica-educacional, ya contaba con una trayectoria en estos ámbitos de acción, siendo vocera de la fundación Tremendas y formando parte de la Corporación Motum y de Contracooltura.
06-04-2021
Por Florencia Ramos (ayudante Vive la UC)

Antonia Hucke es una novata UC que siempre ha querido generar cambios. A sus cortos 18 años, la estudiante de Medicina y oriunda de Concepción ya es una activista científica-educacional y una enamorada de la ciencia. A temprana edad comenzó su periplo en el mundo de las ciencias exactas y también social, destacándose en el área de la investigación y en la perspectiva de género. Esto último, a propósito de que en la ciencia existe una fuerte brecha de género en favor de los hombres.

Esa vocación de querer más llevó a Antonia a convertirse en vocera de la Fundación Tremendas, y a ser activista de la Corporación Motum, que moviliza a jóvenes agentes de cambio para construir un futuro sostenible. Asimismo, esta joven forma parte de Contracooltura, instancia que tiene como fin transformar la cultura educativa adolescente y empoderar a los jóvenes para que puedan cumplir sus sueños.

Gracias a estas cualidades de liderazgo y activismo, Antonia logró entrar a la UC por la vía de admisión especial Cupo Explora Unesco, que ofrece vacantes para que jóvenes con talento científico y con una destacada trayectoria en el área de la ciencia, la tecnología y la innovación, puedan entrar a las carreras que ellos(as) escojan. En este caso, la joven quiso entrar a Medicina en la UC, puesto que vio en la casa de estudios la posibilidad de consolidar sus ansias investigativas.

2021 tremendas antonioahucke

“Estoy feliz con mi elección porque me gusta demasiado todo lo que tiene carácter social. Me gusta mucho la investigación dentro de los procesos humanos, específicamente biotecnológica en la medicina. Descubrí que podía unir estos dos mundos, y que con la medicina no pierdo ese carácter de trabajar con las personas”, comenta con voz emocionada la novata.

Interés por la ciencia

A los 8 años Antonia comenzó su carrera científica. En ese momento se unió a un taller de ciencias de la investigación que recién comenzaba en su colegio, en Concepción. “Cuando me explicaron que era lo que se hacía en el laboratorio no salí nunca más y me enamoré por completo del espacio, de poder resolver preguntas dentro del laboratorio y aprender haciendo las cosas”, dice Antonia, quien añade que participó en su primer congreso ese mismo año.

En este contexto, hay dos hitos en su vida que marcaron el camino hacia la ciencia. El primero, a los 11 años, cuando participó en un congreso, presentando un proyecto de Astronomía que la llevó a ganar el primer lugar. El segundo hito ocurrió a sus 12 años, cuando entró al mundo de la robótica: asistió al Mundial de Robótica “Robocup Junior 2017” en Nagoya, Japón, siendo la única mujer que conformaba el equipo. Todo esto le permitió ganar experiencia y aumentar sus ganas de seguir contribuyendo y aprendiendo.

El activismo educacional

Con respecto al activismo educacional de Antonia, éste se remonta a sus primeras experiencias en laboratorios, al darse cuenta de que ella misma podía tomar las cosas y aprender en la acción: “No me llenaba tanto lo que era la educación formal. No me cerraba la idea de estar encerrada en una sala solo levantando la mano para preguntar. Va contra la naturaleza de un niño, que somos preguntones”.

Este cuestionamiento la llevó a los 16 años, junto a otros 4 compañeros, a crear charlas en el centro de Concepción, con el fin de entregarles herramientas a los jóvenes para movilizarlos y hacer cosas con ellos. Así nació la corporación Motum. Pero no se quedó ahí, y las ansias de Antonia la llevaron a formar parte de otras dos agrupaciones, Contracooltura y Tremendas.

Antonia tiene claro que quiere seguir ligada al mundo de activismo científico y educacional, aunque es consciente que este año es especial, pues debe adaptarse a un doble proceso: el paso del colegio a la universidad y el cambio entre Santiago y Concepción. Sostiene que luego de adaptarse a ambos procesos de cambio, le gustaría buscar una línea de investigación que le permita conjugar los estudios con el activismo.