Fuente: El Mercurio / Publicado: Abril 2020

Ignacio Zañartu (18), estudiante de primer año de Periodismo en la U. De los Andes, dice que estaba muy emocionado por entrar a la universidad y listo para hacer nuevos amigos. “Lástima que el primer día de clases —el lunes 16 de marzo— fue también el día en que se cancelaron de forma presencial”. Y reconoce: "Eso me desanimó bastante.

Con las clases online obvio que conocerse entre alumnos no es lo mismo: tengo un amigo, pero a otros no les conozco ni la cara porque no encienden la cámara durante las videollamadas”. La situación se repite entre los jóvenes que este año ingresaron a la educación superior y que, debido a la suspensión de cátedras en los campus para prevenir contagios por coronavirus, no alcanzaron a conocer en persona a sus pares de carrera. Es lo que vive actualmente Rhiannon Jolley (17), quien en marzo pasado comenzó a estudiar Nutrición en la U. Del Desarrollo. “Tengo dos amigas, pero es un poco raro porque ni siquiera sé cómo son; sé cómo se llaman, pero me sé sus caras solo por Instagram. Me frustra porque yo tenía muchas expectativas de la vida universitaria y ni siquiera sé dónde están los baños de mi facultad”. “Al ingresar a una carrera la preocupación no tiene que ver solo con la formación profesional, sino también con construir una comunidad de aprendizaje.

Con la situación actual, los nuevos estudiantes han visto afectado su sentido de pertenencia a una institución educativa y a una comunidad porque muchos aprendizajes ocurren en interacción con otros”, explica Verónica Villarroel, directora del Centro de Investigación para el Mejoramiento de la Educación de la U. Del Desarrollo. Javiera Espinoza (19), estudiante de primer año de Geografía en la U. Católica, dice que integrarse al mundo universitario de forma virtual ha sido difícil, complejo y decepcionante. “Siento que es una doble presión formar vínculos digitales, porque el semestre sigue igual y en mi carrera se trabaja mucho en grupo. Á pesar de que entre compañeros hablamos por Whats App, se necesita la comunicación física, sobre todo porque somos novatos y necesitamos un tiempo de adaptación que requiere una relación no virtual”.

El psicólogo y coordinador del Observatorio de las Juventudes Universitarias de la UC, Gonzalo Gallardo, está de acuerdo con ella. “Uno de los desafíos fundamentales que experimentan los nuevos estudiantes es desarrollar relaciones interpersonales confianza e intimidad”. Y añade el marco de emergencia sanitaria y docencia online, dichas relaciones “probablemente se encuentran tensionadas”. Para lograr una comunidad educativa, Gallardo recomienda fomentar la generación de vínculos de soporte y apoyo a los jóvenes, por ejemplo, mediante tutores que realicen una inducción académica. Villarroel coincide: “Hay miles de ritos que por el contexto actual ha sido imposible realizar, como apadrinamiento, bienvenidas y fiestas mechonas.

Estos rituales se pueden hacer virtualmente: que alumnos de cursos superiores en la carrera apadrinen a un alumno de primero y tengan reuniones semanales con él por videollamada para establecer vínculos”. Es el caso de Francisca Labra (23), estudiante de primer año de Educación Diferencial en la U. Diego Portales, quien dice que está desarrollando una amistad con su madrina de carrera. “Surgió porque ella me explicaba las materias y me contaba dela "U”. Descubrimos que tenemos mucho en común, ahora hablamos por videollamadas y nos ayudamos en un ramo que tenemos juntas”.

Benjamín Reyes, psicólogo clínico y académico de la U. De los Andes, da otros consejos: “En primer lugar está el participar de las clases en línea, ya que ahí las relaciones sociales surgen a partir dela experiencia en común que están viviendo los alumnos”. Además, asegura que es clave contar con un chat del curso o un grupo en redes sociales para apoyarse en términos académicos y generar un intercambio social entre los nuevos estudiantes. “Aquellos alumnos que hayan aprovechado estas oportunidades digitales, una vez que se retomen las clases directamente, van a estar mucho más preparados para tomar esta experiencia virtual como un complemento y continuar conociéndose mejor personalmente”. Lucas Chiappe (17), quien este año ingresó a Derecho en la U. Andrés Bello en Viña del Mar, dice: “Si hay gente que conoce el amor por internet, ¿por qué no una amistad? Siento que con los compañeros de carrera con los que me he hecho amigo virtualmente, seré también muy amigo cuando tengamos clases de forma presencial”.