Experiencias y desafíos de venirse a estudiar a Santiago

Experiencias y desafíos de venirse a estudiar a Santiago
Si bien sienten orgullo por entrar a la mejor universidad del país, el 21,4% de alumnos(as) UC que migra a Santiago para estudiar debe enfrentar varios desafíos además de integrarse al mundo universitario, como mudarse a otra ciudad y vivir lejos de su familia.
04-06-2018
alumna de regiónAdministrar el tiempo, acostumbrarse al Transantiago y lidiar con el sentimiento de soledad son algunos de los retos que los alumnos que llegan a Santiago desde otras zonas de Chile, para estudiar en la UC, identifican como parte de su día a día. Y, cómo no, si a los desafíos propios que cualquier joven debe enfrentar en su proceso de transición colegio-universidad, los alumnos que vienen de otras regiones, que según cifras el total de estudiantes matriculados en 2017 en pre y postgrado son 6029, lo que representa un 21,4% del total, deben añadir nuevos retos que implican adaptarse a otra ciudad, estilo de vida y responsabilidades.

Al respeto, Erik López, oriundo de Iquique y alumno de Bioquímica, y Orlando Avendaño, estudiante de Ingeniería Civil proveniente de Lautaro, cuentan que estudiar en la capital puede resumirse en el esfuerzo que implica afrontar elementos desconocidos, relativos a la universidad y la ciudad. “Conocer nuevas personas, nuevos espacios, nuevas distancias y el transporte público ha sido un proceso largo. Cada semestre, cada mes, me encuentro con distintas cosas”, señala Erik, quien al igual que Orlando vive en una residencia universitaria.

estudiante proveniente de iquiqueLa presencia de alumnos de otras regiones distintas de la RM propicia la construcción de una comunidad universitaria más rica y diversa, al tiempo que desafía a estos jóvenes a adaptarse a nuevas formas y ritmos de vida. Bien lo saben Belén Romero, alumna de Nutrición y Dietética, y Florencia Ramos, estudiante de College, quienes reconocen que una de las cosas que más extrañan de Puerto Varas y de San Antonio, respectivamente, es la tranquilidad y la cercanía de los lugares: “Lo que más me costó fue separarme del campo, el verde del sur y el aire limpio, es un cambio que se nota demasiado”, señala Belén.

Y como una forma de sistematizar los relatos y experiencias de estos jóvenes, el Observatorio de la Juventud UC realizó el estudio cualitativo “¿Cómo me recibió la universidad?: Experiencia de integración a la educación superior de estudiantes migrantes en la UC provenientes desde zonas distantes a la RM”. En éste se recabó el testimonio de alumnos de 1° a 4° año, quienes explican sus motivaciones para migrar a Santiago y describen su experiencia relevando los desafíos. En este contexto, Macarena Sanhueza y Fernanda Goñi, profesionales a cargo del estudio, explican que los alumnos que llegan a Santiago para estudiar deben enfrentar una triple ruptura, que conlleva superar los desafíos académicos y sociales propios de la universidad; mudarse a otra ciudad, y además vivir en otra residencia con gente nueva. “Los chiquillos deben ajustarse a un nuevo ritmo y costos de vida, ubicarse geográficamente en Santiago, conocer nuevos trayectos, asumir nuevas responsabilidades domésticas y, en algunos casos, perder el apoyo familiar cotidiano, lo que les demanda aprender a gestionar mejor su tiempo y desarrollar más autonomía”, detalla Macarena.

ALGUNOS SERVICIOS DE APOYO QUE BRINDA LA UC


alumna college ucPara ayudar a los alumnos que migran a Santiago y que tienen una situación socioeconómica precaria, el Departamento de Asistencia Socioeconómica (DASE) otorga hace más de 30 años la Beca de Residencia para estudiantes de pregrado. Ésta consiste en un cupo para vivir en alguna de las ocho residencias en convenio con la UC, entre marzo y diciembre, o bien un monto en dinero. A esta beca pueden postular los novatos y los alumnos antiguos con promedio de notas igual o superior a 4.0 y un avance curricular del 60%. En los últimos años, los postulantes a esta beca y los beneficiarios han ido en aumento: en 2016, 573 alumnos postularon o solicitaron renovar la beca, que tras una validación caso a caso y la deliberación de una comisión, fue otorgada a 352 jóvenes, mientras que la cifra de postulaciones o renovación 2017 llegó a 721 estudiantes y los beneficiarios aumentó a 382.

Según explica Andrea Muñoz, asistente social del DASE, las residencias en convenio deben cumplir con buenos estándares de infraestructura, alternativas de alimentación, organización clara y consolidada, y apoyo y seguimiento de los estudiantes, todo lo cual es chequeado por la universidad. “Cada semestre nos reunimos con los administradores de las residencias para que nos cuenten cómo ven a nuestros alumnos, pues ellos también deben conocer a los estudiantes, saber sus necesidades y entregarles contención si es necesario. Esto no se trata de un arriendo, en que los alumnos llegan, reciben las llaves y punto”. Asimismo, Andrea sostiene que las asistentes sociales del DASE también se comunican con los alumnos para obtener su feedback constantemente.

Además, con el fin de llegar a la mayor cantidad de estudiantes que lo requieren, el DASE se coordina con la Federación de Estudiantes (FEUC), ya que este organismo estudiantil también otorga una beca de residencia a los alumnos, que consiste en pasajes para viajar a su hogar o dinero para solventar gastos.

alumna estudiante ucPor su parte, las unidades académicas también apoyan a los alumnos nuevos, poniendo especial énfasis en quienes vienen fuera de Santiago. Al respecto, Ricardo Vilches, Subdirector de Asuntos Estudiantiles de la Escuela de Ingeniería, unidad que cuenta con más de 600 alumnos de región, recomienda: “Lo fundamental es perder el miedo a pedir ayuda, porque así podrán empezar a encontrar apoyo entre sus compañeros, profesores, ayudantes”. Y para ello Ingeniería UC cuenta con un equipo de tres psicólogas que orientan y aconsejan a los estudiantes en lo académico y en lo personal, además de otros apoyos que brinda el Centro de Alumnos. Ricardo también aconseja a los estudiantes sumarse a actividades que favorezcan su vida universitaria, “porque ahí no solo te despejas, sino que además encuentras una red de apoyo y te sientes más acompañado”.

Por su parte, Eugenio Zabala, coordinador de asuntos estudiantiles de College, considera que el factor que más afecta a los estudiantes de región es “alejarse de sus familias y amigos, red de apoyo fundamental para enfrentar los desafíos de la universidad. Esto se va resolviendo a medida que van haciendo nuevos amigos y van aprovechando los servicios de apoyo que hay en la universidad, como el CARA, la Unidad de Apoyo Psicológico o el programa de Tutores Pares”. Así lo ha vivido Daniela Bernal, novata de Ingeniería, quien comenta que si bien lo más difícil ha sido alejarse de sus padres que viven en Arica, asegura que su adaptación “ha sido buenísima, lo he pasado muy bien, conocí personas nuevas, he hecho amistades, me gusta lo que estudio y los profesores son increíbles”.

Así como Daniela, Belén Romero también se ha ido adaptando de buena forma a la UC, gracias a que encontró en el deporte un lugar de acogida e integración. “Ahora estoy en la selección de Futsal Damas y en realidad me ha ayudado mucho a adaptarme, porque hacer deporte es algo esencial en mi vida y el ambiente que se genera es excelente, como una familia donde uno se apoya”, asegura esta joven oriunda de Puerto Varas.

Por Eduardo Mujica / Vive la UC