ALUMNAS DE CIENCIA POLÍTICA E INGENIERÍA GANAN PREMIO ESPÍRITU UC, POR SU VOCACIÓN DE SERVICIO

ALUMNAS DE CIENCIA POLÍTICA E INGENIERÍA GANAN PREMIO ESPÍRITU UC, POR SU VOCACIÓN DE SERVICIO
Andrea Henríquez, creadora de la fundación Volando en V contra el bullying, y Ángela Parra, consejera académica de Ingeniería y miembro de distintos voluntariados e iniciativas estudiantiles, recibieron este año la mayor distinción que la UC otorga a sus estudiantes de pregrado.
28-05-2019
Por Florencia Ramos y Antonieta Laporte

Cuando tenía 14 años y vivía en Ecuador, Andrea Henríquez se encontró con una alumna de su colegio llorando porque era víctima de bullying y decidió ayudarla, tal como antes compañeras mayores lo hicieron con ella, cuando Andrea también sufría maltrato escolar. Así, Andrea indagó sobre el tipo de maltratos que se vivía a diario y la magnitud, y con la dirección del colegio desarrolló una intervención consistente en capacitar a alumnas de cursos superiores para sensibilizar a las más pequeñas sobre acoso, maltrato y convivencia escolar en el aula.

2019junio andreahenriquezEste hito marcó un antes y un después en la vida de Andrea, estudiante de cuarto año de Ciencia Política, quien tras la experiencia vivida, creó la fundación Volando en V, proyecto que le ha valido varios galardones a nivel nacional y hoy la hacen merecedora del Premio Espíritu UC 2019, el mayor reconocimiento que la universidad entrega a sus estudiantes de pregrado, por representar los valores católicos y espíritu de servicio.

La fundación Volando en V, que Andrea dirige, trabaja en reforzar la sana convivencia escolar en los colegios para prevenir situaciones de bullying y de maltrato, haciéndolo por medio del empoderamiento de los estudiantes mayores, quienes sensibilizan y entregan herramientas a los alumnos(as) más pequeños(as) para enfrentar estas situaciones y evitarlas.

Andrea se siente feliz por el premio otorgado por la UC y asegura que es algo muy especial, porque tiene un factor valórico. ‘’Le tengo un cariño enorme a la universidad y la elegí precisamente por sus valores, ya que yo soy muy practicante. Y que ahora, me reconozca por cumplir todos esos objetivos me hace sentir muy especial. Es un premio distinto a los demás y me enorgullece más’’. Añade que el reconocimiento también la hace reafirmar que está en “un camino y batalla adecuada”, en la cual se ha sentido muy apoyada por su facultad y la universidad.

Al igual que esta futura cientista política, Ángela Parra, estudiante de Ingeniería y consejera académica de su facultad, también ganó el Premio Espíritu UC este año, galardón que fue entregado en la solemne ceremonia de inicio del Año Académico 2019, en Casa Central. Según cuenta, a fines del año pasado Ángela estaba ensimismada respondiendo llamadas y consultas de sus compañeros(as) por la inscripción de cursos y otros temas, cuando recibió el llamado de un número desconocido. Ella respondió un poco desanimada y se dio cuenta de que era el Rector Sánchez: “Me dijo ‘Angela, la llamo para decirle que estoy aquí con la comisión y acabamos de determinar que usted es la ganadora del premio espíritu UC’. Yo me iba a poner a llorar, pero no podía, así que dije que no lo podía creer y le di las gracias”, recuerda riendo.

2018junio angelaparraDurante su trayectoria en la UC, esta alumna de 5° año de Ingeniería se ha destacado en distintas labores. Fue Par Educadora en Salud durante cuatro años; fue parte de la Orquesta Interfacultades UC; participó en la creación de Portal de Biomedicina, proyecto web conjunto de estudiantes de Ingeniería, Medicina y Ciencias Biológicas, y participó en diversos voluntariados de la Pastoral UC, incluso desde que estaba en el colegio. En este contexto, para Ángela haber recibido el Premio Espíritu UC “fue una sorpresa, un reconocimiento y validación a las pequeñas cosas que he ido haciendo dentro de la universidad”.

Entre sus experiencias, Ángela cuenta que uno de las más marcadoras fue realizar su práctica solidaria en la Fundación María Ayuda, donde estuvo durante un mes a niños y adolescentes marcados por el abuso sexual, la violencia y la discriminación. Recuerda que fue muy difícil, “porque estás con niños a quienes les arrebataron su niñez, que no saben comer, te tratan mal”, y en momentos quiso renunciar, pero sus padres la motivaron a seguir, a pensar en lo afortunada que era y que ahora era el momento de “renunciar a cosas personales por ayudar al resto, lo cual tiene mayores recompensas para ti como persona”, comenta. Asimismo, Ángela sostiene que todas las experiencias vividas le han servido en su formación integral como estudiante: ”He aprendido muchas habilidades blandas y capacidades diferentes, a comunicarme mejor, a manejar equipos, a relacionarme con personas muy distintas, a conocer una realidad totalmente diferente a la mía, a motivar a la gente para que sea solidaria. Siento que voy mucho más preparada para el mundo laboral”, afirma Ángela.

Próximos desafíos

Tanto Andrea Henríquez como Ángela Parra sienten que el Premio Espíritu UC les da un nuevo impulso, para continuar con su vocación de servicio y seguir indagando en nuevas facetas para ayudar a otras personas.
Así, Andrea manifiesta lo comprometida que se siente con su carrera, y que espera fortalecerse como cientista política: ‘’Me gusta el ámbito público y de la política, me gustaría desarrollarme más por ahí. Debo aprovechar muy bien los siguientes años que me quedan en la universidad, porque Chile necesita buenos políticos y me siento responsable también de esto’’, asegura, sosteniendo que la prevención del bullying es un tema-país. Al respecto, cuenta que Volando en V “tiene en sus manos un gran tema, hay alta demanda de muchos lugares de Chile, pues es una gran necesidad para todos los colegios de nuestro país y tenemos el gran desafío de seguir creciendo y de aprender a crecer de la manera correcta’’.

Por su parte, Ángela sostiene que “los premios siempre han sido un impulso para conseguir y hacer muchas más cosas. De hecho, haber sido reconocida el año pasado como joven líder por Vive la UC me instó a ser consejera académica hoy, entonces ahora el Premio Espíritu UC es un desafío aún mayor (…) Me ha hecho ver de mejor manera que mi prójimo no sólo está fuera de la universidad, sino que ahora está dentro, por lo cual debo ayudar y ser más servicial aún”.