Por Esteban Chiu (ayudante Vive la UC)

Dante Contreras no se siente único. Aunque su vida y su determinación sí marcó un hito. Sin quererlo ni buscarlo, se convirtió en el primer hombre que estudia Pedagogía en Educación Parvularia en Villarrica. Originario de Temuco, pensó sin dudarlo en elegir en campus de la UC de su misma región, ya que Santiago nunca fue una opción: quería estar alejado de la capital. En conversación con Vive la UC, el joven relata lo que ha significado este hecho histórico y cómo se ha podido desenvolver este año.

¿Por qué decidió estudiar esta carrera?

La carrera la decidí estudiar en tercero medio. Tenía varias opciones, pero una me intrigó: era Pedagogía en Educación de Párvulos. Me contaron que era mucho trabajo con niños pequeños y realmente yo me desenvolvía muy bien con los niños, entonces pensé que por qué no.

¿Qué ha sido lo más desafiante durante este primer semestre?

En lo académico no tuve mayores complicaciones. En el ámbito emocional fue chocante, porque salí de mi región (La Araucanía) para mudarme a otro lado y en muy poco tiempo. En este lapsus de tiempo ha sido abrumador todos estos cambios. En el ámbito social, ha sido excelente. Sentí que no habían murallas invisibles como existen en el colegio. Uno se relaciona de manera más natural y me encanta eso.

¿Cómo es la vida en el campus Villarrica?

El campus Villarrica tiene muy pocas personas. Es un campus pequeño. Me encantó eso. Todo está conectado de una manera armoniosa. Nos tratamos bien y es un ambiente muy cálido y enternecedor.

¿Siente que estudiar Educación de Párvulos es romper esquemas siendo hombre?

Claramente que sí, yo siento que rompo esquemas y estereotipos.

¿Cómo se toma el hecho de ser el primer hombre en la carrera?

La verdad en un principio me generaba incomodidad y era una extrañeza peculiar. El único hombre en una carrera y en mi curso. Pero me llevé de inmediato bien con mi curso y por eso fue inesperado que lo peculiar y único fuera agradable. Me adapté bien y es realmente agradable.



¿Cree que su historia puede motivar a más hombres?

Sí. Ojalá pueda ser un punto de motivación para hombres que estén a punto de entrar a la U. No es fácil porque las generaciones pasadas se han sentido juzgadas por seguir este camino. Lo que me gusta de esta generación, y que espero que mejore, es que se empiezan a dejar de pensar en los prejuicios. Encuentro que el mundo va mejorando respectos a
estos temas y si yo soy un punto de apoyo para que otros hombres tomen este tipo de estudio sería muy bueno.

¿Qué le diría a los futuros novatos que vean su historia?

Les diría que sean como ellos son. Esa es la razón por la que soy el primer hombre que estudia Educación de Párvulos en Villarrica. Sé que existen varios hombres que quieren estudiar esto, pero la sociedad te impulsa a lo contrario. Que nadie les corte las alas de estudiar lo que ellos o ellas quieren. La UC es maravillosa, un cambio de realidad increíble. La universidad de verdad es una de las mejores etapas de la vida.

¿Cómo se proyecta en unos años?

Me encanta el hecho de explicar cosas tan complejas, pero en una mirada muy simple, porque en el primer semestre tenemos ramos donde nos enseñan temas de lenguaje y cómo piensas los niños, junto a la parte práctica. Al principio todo lo teórico fue abrumador, pero luego cuando lo iba comprendiendo lo complejo se volvía fácil de explicar. Uno infravalora una carrera realmente muy compleja. En unos años me gustaría seguir en esta universidad, terminar la carrera y desenvolverme en lo académico y social de buena manera.

¿Cuáles son sus desafíos en la carrera?

El desafío principal es la percepción infravalorada que tiene la carrera. Nosotros formamos el futuro del país y siento que no se toma el peso. Debemos entender que el campo de estudio de la pedagogía tiene un potencial enorme.