ESTUDIANTES UC DAN UN RESPIRO A PROFESIONALES DE SALUD EN PUENTE ALTO

ESTUDIANTES UC DAN UN RESPIRO A PROFESIONALES DE SALUD EN PUENTE ALTO
Apoyar a los profesionales de la salud es el objetivo del voluntariado Dame un Respiro, impulsado por la Facultad de Medicina UC, y que comenzó a operar en junio. Mediante esta iniciativa, cerca de 30 estudiantes de diversas carreras de la salud de la universidad aportan con su labor en la salas de observación prolongada para pacientes con coronavirus, apoyando a los profesionales que allí trabajan. Para muchos, este desafío ha significado un crecimiento personal y profesional.
07-07-2020
Por Javiera Mateluna (alumna de Periodismo)

Largas esperas y una dificultad aún mayor para acceder oportunamente a los servicios de salud. Este es el panorama que, día a día, están viviendo cada vez más personas. Es que la pandemia ha generado el colapso de los servicios de urgencia en clínicas y hospitales del país, y hoy, más que nunca, el trabajo del personal sanitario se vuelve imprescindible para salvar vidas.

Ante esta compleja situación fue que se creó el voluntariado “Dame un Respiro”. El proyecto, que comenzó a operar el 9 de junio, hoy está integrado por más de treinta estudiantes de carreras de la salud. Diariamente, ellos(as) se turnan para asistir a las salas de observación prolongada de los Cesfam Bernardo Leighton y San Lázaro, en la comuna de Puente Alto. Esta iniciativa, que nació tras una asociación entre la Facultad de Medicina UC, la Corporación Municipal de Puente Alto y el Servicio de Salud Metropolitano Suroriente, busca apoyar a los profesionales que han debido transformar las salas de espera en salas de observación prolongada para pacientes con Covid-19.

Nicole Cancino, estudiante de Kinesiología de tercer año, es parte de Dame un Respiro. Ella fue una de las primeras voluntarias y, junto con otros de sus compañeros, atienden a pacientes confirmados con coronavirus o sospechosos. Las tareas que se deben hacer, comenta, son diversas: “Hacemos control de signos vitales. La gente que se maneja más en oxigenoterapia, como los kinesiólogos, también ayudan en eso. En alimentación, cuando el paciente no puede comer por sí solo, o en el caso de que necesite ayuda para ir al baño, comunicación con los familiares (...), ordenar los kit para tomar PCR”, menciona Nicole.

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Malin Ramírez, también alumna de tercer año de Kinesiología, es otra de las voluntarias del proyecto, quien se motivó a participar desde el primer momento en que se lo presentaron: “Desde que empezó la pandemia yo quería ayudar en lo que pudiera, y cuando llegó la invitación fui al tiro. La verdad es que no me gusta quedarme en mi casa mirando las noticias. Prefiero hacer algo, prefiero estar ahí”, señala. Ella, al igual que sus compañeros, debió capacitarse para prevenir el contagio: “La capacitación se enfocó más que nada en el uso de EPP (Elementos de Protección Personal) para poder instalarlos y retirarlos de manera adecuada”, recalca.

Para el Dr. Arnoldo Riquelme, director de las Carreras de Ciencias de la Salud, los voluntarios de Dame un Respiro están realizando una labor admirable: “Es un gran orgullo saber que tenemos alumnos comprometidos con este proyecto de salud, que está orientado al apoyo de pacientes de sectores vulnerables, y que se integran a la labor que ya están realizando los equipos de salud de atención de Puente Alto”, destaca.

Según Sofía Hernández, estudiante de cuarto año de Fonoaudiología, participar del voluntariado ha sido una gran experiencia de aprendizaje: “Después de haber pasado el primer turno sentí que fue una experiencia muy bacán. Aprendí muchas cosas que no son de mi carrera, pero son del área de la salud, y que sí o sí me sirven para más adelante”. Además, ella destaca la disposición del personal de salud de los CESFAM hacia los voluntarios: “Yo les decía: ‘no estoy segura de cómo se hace’, y ellos me ayudaban para yo poder seguir ayudándolos”, señala.

Con el objetivo de promover el proyecto, la Facultad de Medicina dispone buses de acercamiento para el traslado de los voluntarios a los centros de salud, alimentación tanto para el turno de día como de noche, y flexibilidad académica. “Nos han dado la flexibilidad para poder faltar a actividades que sean de asistencia obligatoria, o faltar a clases. Entonces, mis compañeros igual han ido seguros (al voluntariado) porque saben que no va a tener una consecuencia negativa el hecho de no asistir a las clases”, señala Nicole. Además, cada voluntario tiene la cobertura del seguro escolar, y la universidad les entrega a cada uno Elementos de Protección Personal, como pecheras, guantes, mascarillas, y protectores faciales.

Pese a que las vacaciones de invierno comenzarán muy pronto, los voluntarios de Dame un Respiro continuarán con sus labores durante el mes de julio. Por eso, desde la Facultad de Medicina extienden la invitación para participar a todos aquellos estudiantes de 3° año o más de Enfermería, Medicina, Odontología, Kinesiología, Nutrición o Fonoaudiología de la UC.

No es necesario tener experiencia previa, pero sí salud compatible.

Para más información y pre-inscripción, contacta a María Patricia López, coordinadora de Docencia de Ciencias de la Salud, al mail Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.