Por Sebastián Ávila Donoso

Muchos piensan que la sexualidad culmina en la vejez o que simplemente personas mayores no la practican. Sin embargo, esta percepción es errada y se suma a la falta de información respecto al tema. Victoria Pavez y Javiera Romero, integrantes del equipo de Bienestar Mayor, cuentan que este proyecto nace justamente por esta falta de conocimiento.

“Nace de la problemática detectada respecto al desconocimiento sobre la sexualidad en la vejez, que además está permeada de mitos, tabúes y prejuicios, lo que termina por afectar negativamente la forma de ejercerla por parte de este grupo”, dicen ambas integrantes.

Así, el propósito de esta iniciativa es fomentar el conocimiento sobre la sexualidad en la vejez en personas mayores de la Región Metropolitana. Y dos son las líneas de acción que contempla el proyecto, que concretó su desarrollo gracias al Fondo Transforma Impacta, que es un concurso internacional que, a través de la Dirección de Asuntos Estudiantiles, une a la Universidad Católica con el Departamento de Liderazgo y Formación Estudiantil del Instituto Tecnológico de Monterrey.

Dichos fondos otorgados para la iniciativa no solo fueron para financiarla, sino desde el inicio entregó formación en generación de proyectos sociales a través de capacitación y entrega de herramientas. Además, han mantenido un respaldo y contacto constante con Bienestar Mayor.

Victoria Pavez define Bienestar Mayor como “una gran escuela”. Acaba de egresar de la UC como Trabajadora Social y es project manager de la iniciativa, además de ser su fundadora y ejecutora. “Decidí responsabilizarme frente al desconocimiento sobre la sexualidad en la vejez después de realizar mi práctica inicial en el Departamento de Turismo Social de Estación Central, un lugar en el que trabajé directamente con personas mayores y en una instancia asistí un Taller de Sexualidad”, relata. Luego de esta experiencia decidió buscar replicar este último espacio.

Javiera Romero estudia trabajo social y cursa el tercer año de la carrera. Cuenta que se interesó en participar en Bienestar Mayor “por todo lo ‘no dicho’ que subyace a los temas de sexualidad y envejecimiento”. Agrega que vio en la problemática abordada por el proyecto “una nueva ventana para ir quebrando otra capa de viejismo, el que limita la capacidad de goce y disfrute de muchas personas”.

Bienestar Mayor, un espacio distinto

La sexualidad no se acaba en la vejez y abordar las diversas formas de explorarla es parte de los talleres “Hablemos de Sexualidad”, la primera línea de acción de “Bienestar Mayor”. Estas instancias están dirigidas a más de 300 personas mayores de ocho comunas de la Región Metropolitana (Estación Central, Quilicura, Maipú, Santiago, Lampa, Las Condes, San Joaquín, Renca, La Reina y Ñuñoa), quienes pertenecen a diversas organizaciones, como Juntas de Vecinos, Programas de Adulto Mayor, Observatorios y Condominios de Vivienda Tutelada, entre otros.

Placer, afectividad, creencias, vivencias y formas de exploración en la sexualidad, todo con perspectiva de género y de resignificación, son algunas de las áreas que se abordan en estos talleres, que buscan generar un espacio seguro y de confianza para que las y los participantes puedan hablar sobre temas que en ocasiones nunca han hablado, afirman Victoria y Javiera.



El equipo ejecutor está compuesto por 16 miembros distribuidos en duplas, todos profesionales egresados y en formación de las carreras de Trabajo Social, Psicología, Sociología, Antropología e Ingeniería de la Universidad Católica, Universidad de Chile y Universidad Católica Silva Henríquez, quienes en primera instancia se certificaron en “Sexualidad y Envejecimiento” y “Primeros Auxilios Psicológicos”.

La segunda línea de acción que emplea Bienestar Mayor consiste en el levantamiento de datos para la elaboración de una investigación de acción participativa cuyo fin es “indagar en aquellas creencias y vivencias que han configurado la trayectoria sexual de las personas mayores y por lo tanto qué significados le otorgan a la sexualidad en sus vidas”, detallan las integrantes del proyecto.

A través de lo anterior buscan elaborar un artículo de investigación con resultados comparativos por comunas, un informe sobre la metodología de los talleres replicable, un documental experiencial y una exposición fotográfica testimonial.

Tres hallazgos: la realidad que han detectado

El tiempo y el trabajo les ha ido entregando información respecto a la realidad. El equipo de Bienestar Mayor ha podido detectar tres hallazgos. El primero apunta a los prejuicios en torno a la sexualidad en la vejez. “Estos se expresan en creencias y vivencias que han tenido las personas en torno a su vida sexual, las que pueden provenir de gente cercana a la persona mayor o la misma los ha interiorizado profundamente”, explican.

Un segundo descubrimiento se relaciona con una narrativa común en torno al tema en las comunas que han ejecutado el proyecto. “Existe un habla sobre la sexualidad que vive lo sexual muy ligado al amor, a la comunicación, a la entrega. Acá se cruzan factores sociales, porque esta habla refiere también a un periodo social en el cual, por ejemplo, solo era aceptable la sexualidad cuando ocurría dentro del matrimonio”, relatan Javiera y Victoria

El tercer hallazgo trata sobre la diversidad de experiencias de acuerdo al sector donde habitan las personas. “Nos hemos enfrentado a realidades territoriales muy distintas, y estas tienen impacto en cómo se ha vivido lo sexual. El nivel educativo, por ejemplo, ha sido una “variable” que establece una base distinta de la cual partimos para hablar de educación sexual. Otro tema son las trayectorias de vida según lo territorial, porque nos hemos enfrentado a realidades sobre vulneración en la esfera de lo sexual muy distintas cuando hemos ejecutado, por ejemplo, en Las Condes respecto a Lampa”, indican las integrantes del proyecto.

El apoyo de otras organizaciones

El respaldo de organizaciones de la esfera pública y privada ha sido un apoyo relevante para Bienestar Mayor. El proyecto es patrocinado por el Servicio Nacional de Adulto Mayor, la clínica de atención integral y salud mental “Espacio Recinto”, y por la “Tienda Erótica”.

Además, cuentan con más de 10 alianzas que han facilitado espacios y redes, entre ellas están CEVE UC, PAM UC, Bibliotecas UC, el Observatorio de Personas Mayores de Ñuñoa, Condominios de Vivienda Tutelada de los municipios de Maipú, Lampa y Quilicura, y los Programas de Adulto Mayor de Estación Central, Las Condes, Santiago y Renca. También tienen el apoyo de un completo equipo audiovisual.

Finalmente, la iniciativa también tiene nuevos desafíos. Durante la realización de los talleres se les planteó llevar a cabo un taller de sexualidad para adultos con Síndrome de Down, quienes suelen acompañar a sus madres a las actividades.

“Con la finalidad de resguardar un espacio de confianza para ellas, coordinamos una actividad especial para ellos dirigida por dos especialistas, la cual develó que existe un desconocimiento enorme en dicha población y nos ha llevado a pensar que podríamos levantar nuevas líneas de acción para tomar responsabilidad frente a este hallazgo”, explican desde el equipo de Bienestar Mayor.