El sábado 1 de junio un grupo de alrededor de 40 estudiantes de periodismo llegó a la universidad a las 20:00 horas. Juntos, observaron la cuenta pública presidencial en la Sala Cowork y cuando finalizó se fueron a sus casas. Al día siguiente, volvieron al mismo lugar a las 8:30 de la mañana para comenzar un largo pero emocionante día de trabajo. Ese día culminaría un proceso de todo un semestre: verificarían los dichos del presidente Sebastián Piñera en su rendición anual de cuentas a la ciudadanía.

Cada año en el curso Análisis de Periodismo Comparado se realiza una actividad que pone en práctica todas las habilidades de reporteo que los alumnos desarrollan en la carrera: el fact checking a la cuenta pública presidencial. Al comienzo del semestre los estudiantes –junto a sus ayudantes y profesores– realizan una exhaustiva revisión de prensa para seleccionar los temas y dichos que pondrán a prueba. Luego, seleccionan las frases más reiteradas y con mayor relevancia pública. Ahí comienza el trabajo en terreno: acuden a la fuente que entregó la información, posteriormente corroboran lo dicho con expertos y documentación que pueda complementar la información para llegar a un veredicto bajo su propio semáforo de la verdad, que va desde “creíble” hasta “ciencia ficción”.

Ale Fernández, quien junto a Enrique Núñez son los docentes a cargo del ejercicio, afirma que su importancia es que “el estudiante de periodismo se enfrente a una realidad y no solamente sea un megáfono de lo que dicen las autoridades, sino que también la cuestione y ejerza el rol del perro guardián del periodismo con la democracia”.

Por su parte, Alma Palacios es periodista y este semestre fue ayudante del curso por tercera vez. Así, le toca ejercer un rol dual: de ayudante y editora. “El ejercicio es profesional y es profesionalizante también porque trabajas con editores, y el estándar que se pide para publicar es equivalente al de los medios. Esto no es solamente un trabajo de la universidad, sino también un trabajo que va a ser publicado”, comenta.

Sofía Murtagh está en cuarto año de la carrera y este semestre tomó el curso. La estudiante asegura que es exigente y desafiante, pero también gratificante. “Lo que te entrega el ramo es usar todas tus habilidades para ir y comprobar, no solo quedarse con lo que te dice la fuente original sino que comprobar si lo que ambos dicen es cierto y hacer tu propio juicio”, explica. Además, reflexiona que “muy poca gente va a ir a verificar la propia fuente, entonces tomárselo en serio y entender que uno tiene una responsabilidad para con la gente. No solo se aprende académicamente, sino que para la vida”.

El día de la cuenta pública, el trabajo realizado se traduce en una crónica periodística, que es publicada en www.factchecking.cl. Hace algunos años se trabaja en alianza con T13, quienes replican en su sitio web las notas que los estudiantes realizan. Sin embargo, uno de los principales desafíos que se han planteado los profesores es similar al del periodismo en general: llegar a la ciudadanía de forma amigable y digital.

Sebastián Ávila está en cuarto año de la carrera y ya cursó el ramo, pero este semestre se desempeñó como community manager. “Me pasaron las redes sociales con 20 seguidores y fue impresionante ver el interés de la gente por este ejercicio periodístico, porque por ejemplo en Twitter llegamos a 510 seguidores en dos días, además de muchos comentarios y críticas a los dichos erróneos”.

El trabajo del curso ha sido reconocido a nivel nacional. La verificación de la Cuenta Pública presidencial de 2017 fue finalista del Premio Periodismo de Excelencia de la Universidad Alberto Hurtado el mismo año, en la categoría digital.