OBSERVATORIO DICTA TALLER DE PRÁCTICAS INCLUSIVAS A DOCENTES

OBSERVATORIO DICTA TALLER DE PRÁCTICAS INCLUSIVAS A DOCENTES
En la instancia, organizada por el Observatorio de la Juventud, la Dirección de Inclusión y el Centro de Desarrollo Docente, participaron cerca de 20 académicos(as) que dictan clases a estudiantes de primer año de distintas carreras.
06-10-2018

Por Eduardo Mujica (Vive la UC)
Septiembre 2018

Con la presencia de alrededor de 20 docentes se llevó a cabo el Taller de Docencia Inclusiva para profesores(as) de alumnos de 1er año. La actividad, organizada en conjunto por el Centro de Desarrollo Docente, el Observatorio y la Dirección de Inclusión, comenzó dando a conocer qué se entiende por inclusión y, asimismo, cómo la universidad debe ir avanzando en esta temática. Así, Andrea Vásquez, coordinadora del PIANE, y Gonzalo Gallardo, coordinador del Observatorio, enfatizaron en que la inclusión no es un punto al que llegar, sino un proceso, en el cual hay que ir avanzando siempre y de forma constante, repensando las acciones y dinámicas, ya que los grupos van cambiando constantemente.

Según comentó Andrea Vásquez, la inclusión es un concepto clave en un contexto universitario “La inclusión no es una estrategia para que las personas calcen en un esquema, sino que es transformar los contextos, para que acojan a todos, y que sean facilitadores que permitan más participación en un entorno”. Sin embargo, aclaró Andrea, es vital “no caer en la inclusión excluyente y en la instauración de etiquetas, pues la inclusión no siempre trae aparejada la valoración de la diferencia”. En esa misma línea, Gonzalo Gallardo expresó la importancia de identificar tanto al grupo con que se trabaja como las barreras que puedan tener; todo ello con el afán de reducir dichas barreras. Es por ello que apunta a los tres saberes esenciales para una docencia de calidad e inclusiva, estructurados en lo que se enseña, cómo se enseña aquella y a quiénes enseñar.

observa tallerdocenteOtro aspecto a considerar es qué elementos son distintos en tal o cuál carrera, identificando los códigos culturales y especificaciones de cada comunidad académica. Transparentar lo anterior ayuda a los estudiantes de 1er año en su transición del colegio a la universidad, porque les ayuda en su proceso de integración y de sentirse partes de la comunidad universitaria. De esta forma, se pueden abrir espacios de cooperación entre alumnos y profesores, por medio de diversas actividades vinculantes.

En ese contexto, Elizabeth Medina, profesional del Centro de Desarrollo Docente, apunta a la relevancia del primer acercamiento: “Con actividades simples uno puede generar cercanía y una vinculación positiva con los estudiantes. La primera clase es muy importante, es allí donde un nivela, llega con todas las ganas y expectativas, y evalúa si el curso y el docente están a la altura de lo que el estudiante espera para conocerse y comprometernos”.

Clarificador fue el video de las prácticas inclusivas realizadas por Fernando Acuña, docente de la Facultad de Comunicaciones. En él se pudo visualizar actividades centradas en favorecer el aprendizaje, y que tienen relación con la valoración de la diversidad, el sentido del humor y tono afectivo y dar apertura y tiempo para conocer a sus estudiantes, entre otras cosas. Por ello para este profesor motivar desde el principio es algo fundamental: “Los novatos son tierra fértil, que vienen con toda la energía y todas las ganas porque quieren cambiar el mundo”, expresó.