Por Sebastián Ávila Donoso

Hoy en día cinco mil estudiantes ejercen como ayudantes de docencia en las distintas carreras UC y es tal su relevancia que este año el Honorable Conejo Superior aprobó el Reglamento de Ayudantes UC, documento que fue trabajado durante años por docentes, autoridades y representantes estudiantiles.

En este documento se reconoce formalmente el trabajo que realizan los(as) ayudantes, regulando distintos aspectos de su labor, sus derechos y responsabilidades. También se contempla la distinción entre ayudantes de docencia; de investigación y creación; aspectos de selección, capacitación, retribución económica y evaluación.

Para Florencia Vildósola, Consejera Superior UC, el reglamento es “un gran avance para nuestra Universidad. Su principal aporte es que coloca un piso mínimo de dignidad laboral, al establecer reglas claras para todas las Unidades Académicas en la estandarización del trabajo de los y las ayudantes, y su pago. Un trabajo justo merece sueldos justos y me alegra que hayamos avanzado en ese camino. Ahora nos queda avanzar en que se aplique de manera efectiva”, sostiene Florencia.




Cursos formativos mínimos y definición de funciones

Completar y aprobar los cursos Integridad Académica y Formación de Ayudantes, es un requisito que deberán cumplir quienes deseen ser Ayudante de Docencia durante 2023. Elaborados por la Vicerrectoría Académica, ambos cursos son online, asincrónicos y contemplan un máximo de 16 horas totales de dedicación.

Como se explica en el sitio web de Integridad Académica, con el curso Integridad Académica (VRA4000) se espera que estudiantes reflexionen y entiendan los aspectos más relevantes del tema; distingan las conductas asociadas a un actuar íntegro en el contexto formativo; conozcan ciertas situaciones reñidas con la integridad a las que se podría enfrentar en su trayectoria universitaria, y que conozcan los recursos y herramientas disponibles para mejorar sus estrategias de aprendizaje, manteniendo prácticas académicas íntegras. En tanto, el curso Formación de Ayudantes (VRA1323) apunta a que ellos(as) se capaciten en docencia universitaria, para mejorar continuamente su práctica, y desarrollen más herramientas para aportar a la formación de sus pares en el rol de ayudantes.

Así, quienes deseen contar con mejores herramientas para ser Ayudantes de Docencia deberán inscribir ambos cursos como parte de su carga académica del segundo semestre 2022, así como realizarlos y aprobarlos. Para ello, durante el período de inscripción (25 de julio al 5 de agosto) deben buscar los cursos e inscribirlos vía Banner.




Ayudantes más preparados(as) para enseñar mejor a sus compañeros(as)

Para la Consejera Superior UC, Florencia Vildósola, los cursos que preparan a los y las estudiantes para ser ayudantes son valiosos y necesarios “En el trabajo de mejorar la docencia es fundamental mirar a los ayudantes como un pilar en la formación de profesionales de nuestra universidad. Por esto es importante dotarles de herramientas que servirán para la experiencia de sus ayudantados(as), pero también para su propia formación”.

Florencia destaca también que los(as) estudiantes que ya han realizado los cursos Formación de Ayudantes UC y/o de Integridad Académica los han evaluado bien: “Las ayudantías son parte de la docencia y es un ejercicio que tiene que ser valorado. Es por esto que tiene que ser constantemente mejorado en pos de nuestros procesos de aprendizaje y para seguir creciendo como comunidad”.

Por su parte, Javiera Acevedo, ayudante de la Facultad de Comunicaciones quien ya realizó el curso Formación de Ayudantes, sostiene que estos ramos “son un aporte a nuestra formación como ayudantes, pues nos entregan herramientas útiles, por ejemplo, para entender cómo son los flujos de trabajo en situaciones de crisis. En el curso simulamos qué hacer cuando un estudiante tiene un problema y cómo resolverlo; si yo tengo que hablar con él primero o conversarlo con el profesor(a) y luego tomar una decisión en conjunto”.

En el Reglamento de Ayudantes también se especifican las labores que deben ejercer estos estudiantes. Por ejemplo, el artículo 5º establece que “los ayudantes de Docencia colaborarán en actividades que le correspondan, sin reemplazar al académico en las labores de su responsabilidad, clases y elaboración de evaluaciones”. Se definen los términos y funciones de las ayudantías de cátedra, ayudantías de actividades prácticas y ayudantías de corrección. En caso de que las unidades académicas requieran agregar nuevas actividades, la Vicerrectoría Académica deberá evaluarlo.

Proceso de postulación, selección y retribución

La difusión del proceso de ayudantías deberá realizarse de manera oportuna y pertinente, siendo cada Unidad Académica encargada de definir, publicar y comunicar los criterios bajo los que seleccionarán a sus ayudantes, contemplando, al menos, los dos cursos mínimos; declaración de posibles conflictos de interés por parte del ayudante; considerar evaluaciones de ayudantías previas en caso de haber, y que no tenga alguna sanción vigente de carácter académico o en el ámbito de ayudantía.

Como requisitos adicionales las unidades pueden establecer un mínimo de créditos aprobados por los candidatos(as) y promedio ponderado acumulado, entre otros. Asimismo, al término de cada periodo académico los ayudantes serán evaluados por los(as) estudiantes a través de la Encuesta Docente.

Sobre el pago por su labor, en el reglamento se contempla una retribución económica para todos los ayudantes. En el caso de los de docencia, esto se definirá considerando “las horas de dedicación a la actividad” y será determinada por cada Unidad Académica. Asimismo, a los(as) ayudantes que estén estudiando no se les podrá exigir cumplir un horario incompatible con sus obligaciones académicas.

Al cubrir estas y otros temas, Florencia Vildósola considera que con el Reglamento de Ayudantes “se refuerza la integridad académica de nuestra comunidad, pues se da a los ayudantes, quienes cumplen un rol muy importante dentro de esta misma, el trato que merecen, potenciando su figura”.