Por Florencia Ramos
“Me gusta mucho la sobremesa. Después del almuerzo, cuando uno se pone a comentar las cosas, las noticias y la política en general. Eso siempre me interesó mucho. Entonces siempre fui buscando ese sentido, hasta que encontré la opción de Ciencia Política, que tiene diferentes áreas de especialización”, relata entusiasmada Ana Paula Reyes, estudiante de quinto año de Ciencia Política, sobre su interés por la política, que la ha marcado desde siempre.
Tras enfrentar un primer año online, en segundo año ya se incorporó a la vida universitaria con todo lo que conlleva ser una estudiante de región, el adaptarse a una nueva ciudad y forma de vivir fue todo un desafío. “Yo siento que los estudiantes de región la tenemos más cuesta arriba que otras personas y maduramos antes, al vivir solos. Me di cuenta de que no es cualquier cosa dejar la casa tan joven y aprender de golpe a vivir por ti mismo, mantenerte, saber administrar tu tiempo, el dinero y lidiar con la vida en general”, reflexiona. Con la presencialidad, también llegó la vida universitaria y con esto, su entrada al mundo de los proyectos y el liderazgo.
En 2021, terminando su cuarto semestre académico y, en vísperas de elecciones universitarias, Ana Paula recibió una invitación que al principio la llenó de dudas pero también de emoción, por ser un desafío gigante: ser la candidata a consejería académica de la lista que se presentaría a Centro de Alumnos de Ciencia Política 2022. “En mi segundo año de presencialidad aprendí todo el tema de la representación que también me interesaba. Me llamaba mucho la atención que la Universidad Católica fuera la única que, en verdad, tiene esto de representación y todo está super institucionalizado. Pensé que me gustaría estar ahí, pero no estaba muy segura si me llamaba la parte puramente política, pero si sabía que lo académico sí, por lo que esta oportunidad combinaba varios de mis intereses”, cuenta.
Así, luego de una campaña que tuvo que ser online por una mala pasada de sus defensas (se enfermó de influenza), finalmente la lista se llevó los votos, y con ello Ana Paula comenzó su año de representación en la Consejería Académica de Ciencia Política, un sector que, paradójicamente, sufría por el bajo quórum en las elecciones. El foco para Ana Paula estuvo puesto en hacer comunidad y aumentar la participación. “Hacer que la gente se mueva de corazón por participar, que tengan genuino interés en los proyectos, es uno de los desafíos más grandes a los que nos enfrentamos quienes hacemos política y activismo”, dice.
La Consejería Académica que lideró Ana Paula tuvo de todo un poco: ayuda en permanencias académicas, actividades en patio, hacer comunidad con docentes, orientar laboralmente a quienes se acercaban al futuro laboral y muchas jornadas que terminaron con el sector de Ciencia Política unificado y con mayores niveles de participación. De aquella gestión, la joven rescata: “Debemos reivindicarnos cuando algo no funciona, en este caso la participación. Y pensar afuera de las gafas. Fui creativa mirando a largo plazo y el cargo se volvió innovador, teniendo buenos resultados con la comunidad”, afirma.
Liderazgo social con una mirada de género
En el año 2022 Ana comenzó a ser parte del voluntariado Academia Feminista, primero como colaboradora, y luego gestando una Escuela de Liderazgo por la Igualdad de Género para niñas de Melipilla, instancia organizada en conjunto con Puentes UC y apoyado por el fondo concursable DAE Impulsa tu Idea. Aquella instancia fue de sus primeras actividades con la comunidad fuera de la universidad y resultó muy gratificante, pues “me puso los pies en la tierra, de que hacer el cambio en la gente joven es mucho más importante. Son personas en etapa de aprendizaje, están aprendiendo a vivir y poder enseñarles desde temprana edad teorías que cambian su visión de las cosas, como el feminismo, fue genial”.
El proyecto creció, por lo que Academia Feminista, tras su exitoso proyecto, acudió a la DAE en busca de asesoría y financiamiento, para replicar lo hecho en Melipilla. Así, se adjudicaron otro fondo DAE, de Acción Social Anual, con lo cual pudieron acceder a talleres para aprender herramientas de gestión de proyectos. Así, pudieron llevar a cabo escuelas de liderazgo en equidad de género en otras comunas de la RM
Ampliando oportunidades fuera de la UC y de Chile
Construyendo redes en los diferentes espacios de trabajo, otra oportunidad de financiamiento se presentó y, bajo la coordinación de Ana, se creó un proyecto llamado “Heroínas: Algo habrán hecho por la Historia de Chile”, una escuela para adolescentes entre 14 a 18 años enfocado en la enseñanza de la biografía de mujeres chilenas que se destacaron en distintas áreas, buscando la reflexión y empoderamiento de las participantes.
Con esta iniciativa, la estudiante de Ciencia Política se adjudicó el fondo Social Impact Seed founding del Aspire Institute, proveniente del Hardvard Bussines School. Tras esta hazaña, Ana también fue parte del desafío Transforma e Impacta 2023, actividad que la llevó a participar en el encuentro realizado en México, en el Tecnológico del Monterrey.
Aquella instancia, que forma parte de las oportunidades que ofrece el área Liderazgo Estudiantil de DAE-Desarrollo Estudiantil, “fue intensa y enriquecedora”, asegura. “Fue una semana de mucho trabajo y aprendizaje, tanto de la cultura mexicana, como de las maneras de trabajar con otras formas de liderazgo y países. Somos humanos liderando proyectos, así que trabajamos mucho las emociones, me permitió conocer diferentes realidades, formas de pensar y también, como líder, conocernos a nosotros mismos para poder impactar de buena forma en la sociedad”, cuenta.
Tras la experiencia adquirida en los diferentes proyectos sociales, Ana Paula fue recientemente seleccionada para ser parte del Leadership and Conflict Management, pasantía organizada por el Global Peace Chain en Selwyn College de la Universidad de Cambridge, la cual se desarrollará entre el 8 y 12 de septiembre próximo, instancia que reunirá a profesores y participantes de todo el mundo para profundizar en temáticas de liderazgo y gestión organizativa, buscando desarrollar habilidades para la promoción de la paz global bajo los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
A modo de reflexión, la estudiante comenta que gracias a la formación recibida desde la UC, y la postulación y adjudicación a diferentes fondos, le ha permitido adquirir herramientas y aprender valores, como el trabajo en equipo. “Como líder he aprendido desde el trabajo con la DAE que, si tienes una buena idea, esta no te pertenece solo a ti, hay otras personas en tu equipo que pueden ayudar a impulsarlas y mejorar sustancialmente un proyecto para hacerlo grande. La DAE me ha potenciado el sentido de camaradería; dividir trabajo y hacer las cosas de buena forma, entender la burocracia de los procesos, desde lo más mínimo como rellenar un formulario o redactar ideas, aprendizajes que me han ido abriendo otras puertas, como el fondo adjudicado de Hardvard”, dice la estudiante.
Según ella misma comenta, la evolución de su liderazgo se refleja en la seguridad con la que hoy enfrenta las situaciones. Y valorar lo que se puede hacer con las juventudes es una de ellas. “Me siento feliz y orgullosa por lo que hecho y por lo que se viene y por poder evolucionar y ver las cosas diferentes a lo largo del tiempo. La labor social y todo lo que he atravesado me hace sentir más llena y con un propósito”, finaliza.