Por Florencia Ramos / Diciembre 2019
Fotos: Florencia Ramos y gentileza de Carlos y Janus

Bajo el alero del curso ‘’Investigación innovación y emprendimiento’’ de la Escuela de Ingeniería UC, que apoya el programa Ingeniería 2030 de Corfo, el primer semestre del 2019, los alumnos de Ingeniería Industrial Carlos Hinojosa y Janus Leonhard trabajaron en el desafío ‘’ingeniería para el cambio climático’’. Tras investigar, conocer diferentes alternativas y experimentar lograron crear B-Cycle, un packaging biodegradable que logra sustituir al plástico como envoltorio y que se puede utilizar principalmente para transportar bebestibles enlatados. Hecho en base de materiales orgánicos y biodegradables obtenidos a partir de la cebada, los estudiantes proponen un modelo de economía circular amigable con el medio ambiente, donde prima la reducción, la reutilización y el reciclaje.

Con los buenos resultados obtenidos en el curso, Carlos y Janus postularon su proyecto a Jump Chile, el mayor certamen de emprendimiento universitario del país, que en su undécima versión abrió su convocatoria a estudiantes de educación superior, no sólo del territorio nacional, sino también a nivel latinoamericano. Tras pasar las distintas etapas, los alumnos de Ingeniería realizaron su jump pitch el día 11 de diciembre, en la final y premiación del concurso que cada año organiza el Centro de Innovación UC Anacleto Angelini.

Frente al jurado compuesto por expertos del ecosistema en innovación y emprendimiento Hinojosa y Leonhardt explicaron lo esencial de su innovadora solución, tras lo cual fueron los únicos jóvenes chilenos en ser galardonados, con la categoría Plata y también en Modelo de Negocios IBMC (International Business Model Competition). Además, obtuvieron una vacante a la semifinal de la versión internacional de Jump, donde representarán a Chile el próximo año en Utah, EE.UU. ‘’El premio de ser el mejor modelo de negocios es muy importante para nosotros, porque quiere decir que se validó nuestro modelo de escalabilidad, nuestra factibilidad, en un concurso que tiene mentores y emprendedores tan importantes evaluándote’, explica Carlos Hinojosa.

Del aula al mundo

Carlos y Janus se conocieron en el curso Ingeniería para el Cambio Climático, cuyo foco era diagnosticar problemáticas a partir del cambio climático y buscar aliviar y/o solucionar esos efectos. Hinojosa cuenta: “Lo que hoy en día la industria cervecera considera habitualmente como basura y sale por toneladas a diario (cebada), nosotros lo procesamos, lo logramos solidificar y posteriormente preservar para que no fermente, desde un análisis químico y molecular’’.

Entre los beneficios del B-Cycle está sustitución de plástico y cartón, materiales que no son 100% reciclables, por un envase biodegradable, que “no es necesario ir a recoger, pues no contamina, puede ir a parar a la tierra, al mar, es 100% orgánico y tampoco tiene un origen animal”. En el marco legal, este producto también se vuelve un aporte significativo para las empresas productoras de estos desechos, ya que responde a las exigencias de la Ley de Responsabilidad Extendida del Producto, la cual obliga a las empresas a hacerse cargo de los residuos que generan, por ende, la sinergia entre las empresas que utilizan la cebada y el equipo de B-Cycle también es uno ciclo virtuoso para ambas partes.

Según cuentan Carlos y Janus, el concurso Jump Chile ha sido uno de los hitos más importantes hasta ahora para ellos, como equipo. Sin embargo, durante 2019 estos futuros ingenieros también obtuvieron otros galardones: ganadores del curso Innovación Investigación y Emprendimiento de la Escuela de Ingeniería, en el cual se ideó y creó el proyecto, obteniendo su primer piso económico para seguir trabajando e invirtiendo en la iniciativa. Leonhardt explica que a partir de este primer triunfo, ‘’nos motivamos aún más a seguir adelante, porque el concepto ya se había validado, existían opiniones a favor de lo que estábamos haciendo’’. Entusiasmados en participar de otras iniciativas, paralelo al curso, estos jóvenes participaron en VI Camp de Ideas Sociales, actividad realizada también por su facultad y el Centro de Estudiantes de Ingeniería (CAi), certamen que también ganaron y que les dio la oportunidad de asistir, en agosto, a los premios Latinoamérica Verde, en Guayaquil, Ecuador, representando a la UC y participando en charlas y actividades de networking. Otras de las iniciativas en la que el proyecto obtuvo una destacada participación fue en el concurso Aplica Tu Idea, de Fundación UC-Copec, también parte del Centro de Innovación UC, en donde los alumnos presentaron el proyecto y lograron otro aporte económico para su investigación.

Asimismo, Carlos Hinojosa fue premiado por el programa de Ingeniería UC, ‘’The Bridge’’, que Ingeniería UC otorga a los emprendedores más destacados del año, gracias a lo cual Hinojosa podrá hacer una pasantía en Boston, durante enero y febrero, para poder seguir madurando B-Cycle, investigando y estudiando el ecosistema de la ciudad, profundizando en conocimientos, principalmente en biomateriales, y aprendiendo más de tecnología avanzada en biomateriales y su automatización.

Actualmente el equipo de B-Cycle trabaja en el diseño del biopackaging, de manera que permita soportar bebestibles en lata y cumpla todas las funcionalidades esperadas, junto con realizar los tests de certificación que aseguren la biodegradabilidad, certificaciones de envases para conseguir un transporte fácil y sin complicaciones. Para ello, estos alumnos de Ingeniería se reúnen a diario con el equipo Fablab, en dependencias del Centro de Innovación UC, donde un ingeniero UC y dos diseñadores industriales los apoyan a seguir perfeccionando y haciendo crecer la investigación y posterior consolidación del proyecto.

Entre sus metas a corto plazo, Hinojosa y Leonhardt mencionan la posibilidad de postular, en enero, a los Premios Latinoamérica Verde; preparar su presentación para representar a Chile en el International Business Model Competition a realizarse en mayo, en EE.UU., y aprovechar la pasantía de este verano en Boston para profundizar sus conocimientos. En tanto, ambos aseguran que su gran meta es que en el futuro cuando salgan a divertirse con sus amigos(as), encuentren las cervezas ya no envueltas en plástico, sino con B-Cycle, “como una alternativa ecológica biodegradable, compostable, y sobre todo que pueda aportar a reutilizar los desechos de la industria y reducir el plástico que termina en los océanos y en el suelo’, comentan.