PROYECTO ATRAPANIEBLAS GANA FONDOS "TRANSFORMA E IMPACTA" Y BENEFICIA A COMUNIDADES DE COQUIMBO

PROYECTO ATRAPANIEBLAS GANA FONDOS
Obtener agua para enfrentar la escasez es el principal foco que aborda el proyecto, liderado por Carmen Herrera e Ignacia Ríos y que Jóvenes Sin Fronteras implementó en nueve comunidades de la ciudad de la cuarta región.
03-05-2022
Por Sebastián Ávila Donoso

Los atrapanieblas son un sistema que permite interceptar las gotas de agua que contiene la neblina para transformarla en agua utilizable. Están formados por una malla que intercepta la niebla, un marco que la mantiene extendida y canaletas que dirigen el recurso hídrico hacia estanques de almacenamiento.

El 14 de julio de 2021, Carmen Herrera e Ignacia Ríos supieron que el proyecto Atrapanieblas que habían ideado se adjudicó cinco millones de pesos. Los fondos, provenientes del concurso internacional “Transforma e Impacta”, fueron otorgados por la Universidad Católica en conjunto con el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México).

El proyecto consistió en construir atrapanieblas en la comuna de Combarbalá, región de Coquimbo. Fue un grupo de 50 voluntarios durante diez días, divididos en grupos de ocho aproximadamente, quienes se quedaron en diferentes comunidades de la comuna. Se realizaron en total nueve atrapanieblas de aproximadamente seis m2”, cuenta Herrera, que junto a Ríos- ambas estudiantes de la UC- eran jefas generales del voluntariado Jóvenes Sin Fronteras de la UC.

Al tener un equipo de trabajo grande, nos motivamos a postular la idea al concurso. Nos demoramos varios meses en postular, fuimos a workshops para aprender cómo postular un proyecto social, aprendimos muchísimo y en base a eso pudimos hacer una buena presentación del proyecto a los jueces. Al principio participamos pensando en que no íbamos a quedar, pero todo fue escalando muy rápido y realmente logramos un trabajo excelente”, relata Ignacia Ríos, quien está en sexto año de Odontología.

interior atrapanieblas

Combarbalá es una zona que atraviesa una gran crisis hídrica que afecta diariamente a las comunidades que desarrollan, entre otros trabajos, la agricultura. “En la comuna tenemos 15 camiones aljibe, 14 contratados por la Onemi, uno municipal. Estamos entregando agua a 5 mil personas- el 40% de la población comunal- y en términos de volumen son 7 mil metros cúbicos al mes, o sea, 50 litros de agua al día por persona”, afirmó en enero de este año el alcalde Pedro Castillo de la comuna perteneciente a la región Coquimbo.

En agosto de 2021- antes de ponerse en práctica el proyecto- Carmen e Ignacia, más tres voluntarios de Jóvenes Sin Fronteras, viajaron a Combarbalá a reunirse con el presidente de la junta de vecinos de Manquehua, una de las comunidades de la comuna.

Comunidades beneficiadas

Ahí, le presentaron el proyecto a los(as) vecinos(as) y, finalmente, se escogió a cuatro comunidades para implementarlo: Manquehua, Media Luna, Paclas y El Huacho. Carmen Herrera, que cursa el último semestre de Ingeniería Civil Industrial con diploma en Ambiental, cuenta que “la recepción de las comunidades fue buenísima y el agua será utilizada para riego y animales”.

En tanto, Ignacia relata que antes de viajar a la zona hubo una preparación completa con un grupo que trabajó durante un largo periodo para concretar el proyecto. “Como equipo de Jóvenes Sin Fronteras fuimos cerca de 20 personas que trabajaron todo el año y especialmente el segundo semestre de 2021 para lograr la intervención. Hicimos un manual de construcción de atrapanieblas y también nos pusimos en contacto con un experto en estos dispositivos. Él fue a las comunidades agrícolas de Combarbalá a estudiar el sector y nos dijo que sí era factible instalar los atrapanieblas”.

De esta forma, a fines de enero de este año se concretó la construcción de los nueve atrapanieblas. Viajaron a la zona cerca de 50 personas que en calidad de voluntarios de Jóvenes Sin Fronteras lograron instalar estos dispositivos que buscan recolectar agua para su uso agrícola y criancero. “También hicimos talleres sobre sustentabilidad a los vecinos, una obra de teatro familiar y talleres de primeros auxilios y salud”, relata Ignacia.

A nivel personal, Carmen Herrera considera que “fue un desafío tremendo. Junto a Ignacia fueron semanas de leer, investigar y estudiar sobre el tema, para luego ponerlo en marcha. Fueron meses de mucha carga, solíamos hacer malabares para poder equilibrar nuestros ramos y el proyecto. Pero a pesar del estrés que implicó, fue de las experiencias más lindas por las que he pasado. Ver a los voluntarios motivados y felices por poder ayudar y dejar su aporte en el país fue muy lindo. Estoy segura que el 2021 me dejó más enseñanzas sobre mi carrera que todos los años que llevo estudiando”.

Ambas están en contacto permanente con las comunidades para monitorear el estado de los atrapanieblas y tener un registro a fin de año respecto a cuánta agua lograrán reunir los dispositivos.